jueves, 15 de septiembre de 2011
Degeneración macular: “basura” se acumula en la retina
Si usted tiene más de 55 años, debe vigilar su salud visual de la degeneración macular. La degeneración de la mácula hace que se vaya perdiendo poco a poco la visión central y aguda, hasta ocasionar pérdida severa de la vista.
“Es una enfermedad que aparece después de los 55 años en la cual hay un daño en el puro centro de la retina. El daño es ocasionado por unos depósitos que yo llamo “basuras”, que se acumulan detrás de la retina; esta acumulación promueve la formación de vasos sanguíneos en esta área del ojo y hace que la persona empiece a ver distorsionado o a visualizar una mancha oscura que impide ver bien los objetos normalmente”, afirma el retinólogo colombiano, Francisco Rodríguez, director Científico de la Fundación Oftalmológica Nacional.
“La acumulación se presenta porque la retina tiene varias capas, que son los foto receptores que captan luz, los cuales tienen un metabolismo muy alto que hace que tengan muchos desechos. Estos desechos van a dar a una serie de células que están detrás de la retina, y como son tantos, las células se vuelven incompetentes para eliminarlos y se van quedando allí, promoviendo la formación de esos vasos sanguíneos”, agrega.
La hay de dos clases
Existen dos clases de degeneración macular: la seca y la húmeda. “El daño en la mácula tiene dos formas de presentarse, una es la degeneración seca de la retina, que es la forma más frecuente de presentación y la que menos ocasiona pérdida de la visión. Se puede decir que es como la forma benigna de esta enfermedad. La otra es la degeneración húmeda, que va formando vasos sanguíneos anormales detrás de la retina y ocasiona la pérdida severa de la visión”, dice Francisco Rodríguez.
Según el Retinólogo, esta enfermedad afecta a “más o menos el 4.8 % de la población mayor de 55 años en Colombia”.
Dice que cada día es más común porque “antes no habíamos envejecido tanto en nuestro país”.
Añade que no se han identificado las causas exactas de la degeneración macular, pero que están en riesgo de desarrollarla aquellas personas que tengan más de 55 años, que fumen o que tengan familiares que también la padezcan. Además se maneja la teoría de que la exposición directa a los rayos del sol también estimula el daño en las células de la retina y hace que se produzcan factores que lleven a desarrollar vasos sanguíneos anormales.
¿Cómo reconocerla?
Pese a no conocerse sus causas exactas de la degeneración macular, es importante reconocer en qué momento aparece la degeneración macular, para buscar detener la pérdida total de la vista.
“Hay que estar pendiente de cuando se visualicen distorsionadamente las imágenes o cuando se vea una mancha oscura en el centro de la visión. Pero es importante que después de los 55 años se realice una visita ordinaria al oftalmólogo en la cual se realice un análisis que permita estar pendiente del funcionamiento de la retina para diagnosticarla pronto, en caso de que aparezca”, señala el Retinólogo.
“Se recomienda a la juventud evitar la exposición directa a la luz solar, es decir, sin protección, y una alimentación rica en vegetales verdes, lo cual evita la degeneración de la mácula”, añade.
Fuente: eluniversal.com.co<
martes, 6 de septiembre de 2011
Un ejemplo para destacar
Ascanio Zecchin: Me siento en la plenitud de mi profesión de óptico
Ascanio Zecchin cumple 50 años al frente de su óptica. Enamorado de su profesión, es un científico que elabora lentes de contacto y anteojos para visitantes de Argentina y el mundo por su alto nivel de profesionalismo. Un orgullo para la ciudad.
¿Cuál es su relación con el negocio?
Soy el fundador de la óptica y eso a veces me sorprende porque han pasado 50 años sin darme cuenta. Quizás porque uno hace lo que tiene deseos de hacer. Lo comencé solo, luego se unió mi hermano Sergio y estuvimos mucho tiempo juntos, él se dedicaba a la fotografía, después cada uno continuó con su propio rubro. Me acompaña mi esposa y mis hijos han estado esporádicamente: están atentos, les dejé la libertad de que cada uno eligiera su propio camino. El negocio se ha ido modernizando en cuanto a su estructura y se ha procurado en estos 50 años estar siempre a la vanguardia.
¿Cómo fue la elección de esta profesión?
La óptica fue una disciplina que estaba dentro mío hace mucho tiempo, recuerdo que siempre me detenía en las ópticas mirando las vidrieras, de jovencito. Después encontré a las matemáticas, la física, la manualidad, elementos que compartían ese gusto. Me recibí de óptico y fui mejorando la especialidad. En el ´63 ya había experimentado en la contactología y fui el iniciador de ese rubro en la Argentina, estaba en una etapa incipiente que en el ´75 alcanzó su grado más completo. Hoy puedo decir que la contactología es en lo que he alcanzado un grado más alto de especialidad. Luego hago optometría que es una especialidad poco conocida en el ambiente y que me permite profundizar en la óptica. Con mis viajes de perfeccionamiento, descubrí que la zona donde nací, en Venecia, Italia, fue la cuna hacia el fin del siglo XIII, de los lentes como los conocemos. Eso me impresionó mucho y me dejó pensando en cuanto a mi amor por esta profesión.
¿A qué atribuye su permanencia de 50 años como profesional y como comerciante?
Por una parte, en cuanto a lo profesional, me siento hoy en un lugar de privilegio, por la antigüedad, por lo que he puesto de mi, creo que me lo he ganado. La permanencia se ha dado por la seriedad a la hora del trabajo, la confianza depositada tanto por los pacientes que vienen a hacer sus lentes como por los profesionales médicos que, cuando necesita seguridad lo manda aquí y eso me enorgullece. El médico siente que aquí hay una contención para algo tan importante como es la visión de una persona. Desde hace años, tengo pacientes de otras provincias que en las vacaciones visitan Carlos Paz y vienen aquí a renovar sus anteojos o lentes de contacto. En cuanto al negocio, se ha puesto en él lo último y lo mejor, tratando de ofrecer lo más avanzado científica y estéticamente. En 1989 estuve en una exposición en Milán, donde se conoce lo más avanzado de la óptica en el mundo y quedé tan impresionado que cuando regresé quise replicar en el negocio lo que había visto. Por eso tenemos aquí muchos instrumentos que hacen a la mecanización y automatización que no es fácil encontrar en el medio, aún saliendo de la ciudad. La empresa familiar también ha ayudado a la permanencia, yo creo que es la fórmula más potable y factible. En la ciudad hay muchísimos comercios que funcionan así porque el invierno es largo, hay que mantenerse y no es tan fácil tener empleados. Hoy la óptica ha crecido, tenemos muchísimos clientes de Carlos Paz de muchos años y hemos logrado un equipo de trabajo que me satisface plenamente.
¿Qué desea para el futuro?
Hoy me siento en la plenitud de mi profesión, no quiero bajar los brazos, al contrario. Lo que deseo, sin dudas, es que el negocio me supere, la permanencia de lo que uno ha creado y cuidado durante 50 años proyectado en el tiempo con mayor nivel de excelencia si es posible y cuidando la salud visual de las personas.
Escrito por: Valeria Flesia
Fuente: Carlos Paz Vivo
Ascanio Zecchin cumple 50 años al frente de su óptica. Enamorado de su profesión, es un científico que elabora lentes de contacto y anteojos para visitantes de Argentina y el mundo por su alto nivel de profesionalismo. Un orgullo para la ciudad.
¿Cuál es su relación con el negocio?
Soy el fundador de la óptica y eso a veces me sorprende porque han pasado 50 años sin darme cuenta. Quizás porque uno hace lo que tiene deseos de hacer. Lo comencé solo, luego se unió mi hermano Sergio y estuvimos mucho tiempo juntos, él se dedicaba a la fotografía, después cada uno continuó con su propio rubro. Me acompaña mi esposa y mis hijos han estado esporádicamente: están atentos, les dejé la libertad de que cada uno eligiera su propio camino. El negocio se ha ido modernizando en cuanto a su estructura y se ha procurado en estos 50 años estar siempre a la vanguardia.
¿Cómo fue la elección de esta profesión?
La óptica fue una disciplina que estaba dentro mío hace mucho tiempo, recuerdo que siempre me detenía en las ópticas mirando las vidrieras, de jovencito. Después encontré a las matemáticas, la física, la manualidad, elementos que compartían ese gusto. Me recibí de óptico y fui mejorando la especialidad. En el ´63 ya había experimentado en la contactología y fui el iniciador de ese rubro en la Argentina, estaba en una etapa incipiente que en el ´75 alcanzó su grado más completo. Hoy puedo decir que la contactología es en lo que he alcanzado un grado más alto de especialidad. Luego hago optometría que es una especialidad poco conocida en el ambiente y que me permite profundizar en la óptica. Con mis viajes de perfeccionamiento, descubrí que la zona donde nací, en Venecia, Italia, fue la cuna hacia el fin del siglo XIII, de los lentes como los conocemos. Eso me impresionó mucho y me dejó pensando en cuanto a mi amor por esta profesión.
¿A qué atribuye su permanencia de 50 años como profesional y como comerciante?
Por una parte, en cuanto a lo profesional, me siento hoy en un lugar de privilegio, por la antigüedad, por lo que he puesto de mi, creo que me lo he ganado. La permanencia se ha dado por la seriedad a la hora del trabajo, la confianza depositada tanto por los pacientes que vienen a hacer sus lentes como por los profesionales médicos que, cuando necesita seguridad lo manda aquí y eso me enorgullece. El médico siente que aquí hay una contención para algo tan importante como es la visión de una persona. Desde hace años, tengo pacientes de otras provincias que en las vacaciones visitan Carlos Paz y vienen aquí a renovar sus anteojos o lentes de contacto. En cuanto al negocio, se ha puesto en él lo último y lo mejor, tratando de ofrecer lo más avanzado científica y estéticamente. En 1989 estuve en una exposición en Milán, donde se conoce lo más avanzado de la óptica en el mundo y quedé tan impresionado que cuando regresé quise replicar en el negocio lo que había visto. Por eso tenemos aquí muchos instrumentos que hacen a la mecanización y automatización que no es fácil encontrar en el medio, aún saliendo de la ciudad. La empresa familiar también ha ayudado a la permanencia, yo creo que es la fórmula más potable y factible. En la ciudad hay muchísimos comercios que funcionan así porque el invierno es largo, hay que mantenerse y no es tan fácil tener empleados. Hoy la óptica ha crecido, tenemos muchísimos clientes de Carlos Paz de muchos años y hemos logrado un equipo de trabajo que me satisface plenamente.
¿Qué desea para el futuro?
Hoy me siento en la plenitud de mi profesión, no quiero bajar los brazos, al contrario. Lo que deseo, sin dudas, es que el negocio me supere, la permanencia de lo que uno ha creado y cuidado durante 50 años proyectado en el tiempo con mayor nivel de excelencia si es posible y cuidando la salud visual de las personas.
Escrito por: Valeria Flesia
Fuente: Carlos Paz Vivo
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