martes, 6 de septiembre de 2011

Un ejemplo para destacar

Ascanio Zecchin: Me siento en la plenitud de mi profesión de óptico

Ascanio Zecchin cumple 50 años al frente de su óptica. Enamorado de su profesión, es un científico que elabora lentes de contacto y anteojos para visitantes de Argentina y el mundo por su alto nivel de profesionalismo. Un orgullo para la ciudad.






¿Cuál es su relación con el negocio?

Soy el fundador de la óptica y eso a veces me sorprende porque han pasado 50 años sin darme cuenta. Quizás porque uno hace lo que tiene deseos de hacer. Lo comencé solo, luego se unió mi hermano Sergio y estuvimos mucho tiempo juntos, él se dedicaba a la fotografía, después cada uno continuó con su propio rubro. Me acompaña mi esposa y mis hijos han estado esporádicamente: están atentos, les dejé la libertad de que cada uno eligiera su propio camino. El negocio se ha ido modernizando en cuanto a su estructura y se ha procurado en estos 50 años estar siempre a la vanguardia.

¿Cómo fue la elección de esta profesión?

La óptica fue una disciplina que estaba dentro mío hace mucho tiempo, recuerdo que siempre me detenía en las ópticas mirando las vidrieras, de jovencito. Después encontré a las matemáticas, la física, la manualidad, elementos que compartían ese gusto. Me recibí de óptico y fui mejorando la especialidad. En el ´63 ya había experimentado en la contactología y fui el iniciador de ese rubro en la Argentina, estaba en una etapa incipiente que en el ´75 alcanzó su grado más completo. Hoy puedo decir que la contactología es en lo que he alcanzado un grado más alto de especialidad. Luego hago optometría que es una especialidad poco conocida en el ambiente y que me permite profundizar en la óptica. Con mis viajes de perfeccionamiento, descubrí que la zona donde nací, en Venecia, Italia, fue la cuna hacia el fin del siglo XIII, de los lentes como los conocemos. Eso me impresionó mucho y me dejó pensando en cuanto a mi amor por esta profesión.

¿A qué atribuye su permanencia de 50 años como profesional y como comerciante?

Por una parte, en cuanto a lo profesional, me siento hoy en un lugar de privilegio, por la antigüedad, por lo que he puesto de mi, creo que me lo he ganado. La permanencia se ha dado por la seriedad a la hora del trabajo, la confianza depositada tanto por los pacientes que vienen a hacer sus lentes como por los profesionales médicos que, cuando necesita seguridad lo manda aquí y eso me enorgullece. El médico siente que aquí hay una contención para algo tan importante como es la visión de una persona. Desde hace años, tengo pacientes de otras provincias que en las vacaciones visitan Carlos Paz y vienen aquí a renovar sus anteojos o lentes de contacto. En cuanto al negocio, se ha puesto en él lo último y lo mejor, tratando de ofrecer lo más avanzado científica y estéticamente. En 1989 estuve en una exposición en Milán, donde se conoce lo más avanzado de la óptica en el mundo y quedé tan impresionado que cuando regresé quise replicar en el negocio lo que había visto. Por eso tenemos aquí muchos instrumentos que hacen a la mecanización y automatización que no es fácil encontrar en el medio, aún saliendo de la ciudad. La empresa familiar también ha ayudado a la permanencia, yo creo que es la fórmula más potable y factible. En la ciudad hay muchísimos comercios que funcionan así porque el invierno es largo, hay que mantenerse y no es tan fácil tener empleados. Hoy la óptica ha crecido, tenemos muchísimos clientes de Carlos Paz de muchos años y hemos logrado un equipo de trabajo que me satisface plenamente.

¿Qué desea para el futuro?

Hoy me siento en la plenitud de mi profesión, no quiero bajar los brazos, al contrario. Lo que deseo, sin dudas, es que el negocio me supere, la permanencia de lo que uno ha creado y cuidado durante 50 años proyectado en el tiempo con mayor nivel de excelencia si es posible y cuidando la salud visual de las personas.


Escrito por: Valeria Flesia
Fuente: Carlos Paz Vivo

No hay comentarios: