jueves, 24 de junio de 2010

Corrección sin anteojos ni cirugía



Sin lentes de contacto durante el día es posible corregir la miopía o el astigmatismo. Considerada como una técnica de moldeamiento de la córnea, la terapia refractivo corneal, cambia la forma de la córnea utilizando lentes de contacto especiales mientras la persona duerme.
Esta práctica se realiza con éxito por oftalmólogos y optómetras en Estados Unidos, Reino Unido, Francia y España desde hace ya varios años. Dadas las características del tratamiento: predecible, reversible, no invasivo, seguro y eficaz, éste se ha convertido en la elección para pacientes que no deseen cirugía refractiva o que por su córnea delgada no la permita.
Actualmente, se realiza un estudio en Estados Unidos donde se pretende demostrar que el aplanamiento corneal por estas técnicas de moldeamiento desaceleran la miopía en los niños.
Los lentes de Terapia Corneal Refractiva, son rígidos de alta permeabilidad, gracias a la silicona hiperpurificada con la que son fabricados. Científicamente se ha demostrado que estos materiales no alteran los mecanismos de transmisión de oxígeno propio de la córnea humana, por eso, el paciente puede dormir sin que su córnea sufra algún daño.
Hoy esta terapia se aplica en pacientes miopes desde -0.50 a -6.00 y astigmatismos hasta -1.75. Su tratamiento se realiza entre 12 y 15 días, hasta obtener una visión clara durante el día. La visión puede mantenerse nítida sin alterarse durante el día, esto depende de la dureza de la córnea.
Aquellos pacientes cuya dureza sea más baja podrán experimentar mayor tiempo de buena visión diurna sin el uso nocturno de los lentes. Estos lentes deben ser cambiados a los dos años de uso y su limpieza se realiza con soluciones para lente de contacto gas-permeables.

¡Ojo con su salud visual!


IDENTIFICAR a tiempo cualquier cambio en la visión o en el aspecto del ojo, es fundamental para evitar complicaciones oculares.

Abra el ojo que hay buenas noticias: usar gafas no es sinónimo de padecer una enfermedad, es simplemente una forma del ojo genéticamente prediseñada.

Así como usted nació de cabello oscuro y ondulado o de nariz respingada, sus ojos también llegaron a este mundo con un diseño especial. Pero atención: esa forma del ojo no es la que vemos por fuera, esa achinadita o tal vez más expresiva. No, no, no... se trata de la estructura interna del ojo.

¿Si usar gafas no es enfermedad entonces qué es? Son defectos refractivos.

Si el paciente tiene miopía se habla entonces de que tiene un ojo que enfoca antes de la retina. Si tiene hipermetropía se dice que tiene un ojo que enfoca después. Y en el caso del astigmatismo, lo que sucede es que la córnea no es completamente esférica sino ovalada.

Las manifestaciones

Cada uno de estos defectos tiene características o síntomas particulares.

La miopía, por ejemplo, se caracteriza porque el paciente tiene una deficiente visión de lejos. La hipermetropía, cuando es alta, se define como mala visión de lejos que se fatiga con el trabajo cercano. Cuando es leve hay buena visión lejana.

En el caso del astigmatismo, el paciente presenta visión borrosa de lejos y de cerca. Sin embargo, cuando éste no es en alto grado, hay buena visión lejana pero se fatiga con la visión cercana.

Para evitar que este tipo de defectos progresen, se recomienda prevenirlos desde los primeros años.

Lo correcto es que todo niño a partir de los tres años comience a tener su revisión oftalmológica. Hay algunos que nacen con necesidad de gafas, pero como los padres los ven caminando o jugando piensan que están bien y a veces tienen diferencias entre un ojo y el otro. El ojo que ve mejor se desarrolla y el otro se queda atrasado, eso es lo que se llama ambliopía u ojo perezoso.

Al mismo tiempo, por ser la visión un sentido que se desarrolla hasta los ocho o diez años, es importante que los padres lleven a sus hijos a controles desde temprana edad.

Lo ideal es poder evaluar a los niños desde los tres años, pues si hay que hacerles un tratamiento tenemos cinco o siete años para que a los ocho o diez ya tengan una visión normal.


Cuando el ojo se enferma

Hay que tener cuidado a cualquier síntoma o alteración que afecten su visión.

La razón es que hay enfermedades oculares que de no ser atendidas con tiempo pueden ser irreversibles, y tal vez, ocasionar daños mayores a la visión.

viernes, 18 de junio de 2010

Controla la PC… con lentes de contacto!


Hoy navegando por la web, me encontré con este prototipos de lo más extraño y, a su vez, bastante interesante..
La idea, es la de utilizar un lente de contacto equipado con sensores, el cual se comporta de manera idéntica a la de cualquier otro lente de contacto. Sólo que con este, podemos controlar el cursor de una PC.
Así es, olvídense del mouse, de pantallas táctiles (en realidad, mejor no). El estuche incluye un cargador USB, que a su vez funciona como receptor bluetooth!
Probablemente sea un concepto que no pase más de unos cuantos prototipos, si es que se llega a eso. Pero aún así, sinceramente, no me molestaría probarlo aunque sea un par de veces.

miércoles, 9 de junio de 2010

Me Molestan los Lentes de Contacto – Parte 1


Es habitual que en la relación con los usuarios de lentes de contacto escuchemos recurrentemente una frase que se dificulta responder: “ estos lentes me molestan mucho”.
No es que uno no pueda responder a dicha frase, sino que existen numerosas causas para que el lente de contacto no sea confortable totalmente. Dentro de dichas causas podemos enumerar:
- Mala adaptación (selección errónea de la curva de la lente o material de la lente)
- Mal uso de la lente de contacto (no respetar los tiempos de duración, mala limpieza, mala selección de los líquidos, no consultar al profesional ante la aparición de algún problema)
- Problemas patológicos o sistémicos asociados al ojo que no son resueltos previo al uso de la lente de contacto.
De acuerdo a lo expuesto, tenemos problemas que pueden ser generados por el profesional que realiza la adaptación o por el mismo usuario.
¿Qué entendemos como una mala adaptación?
Cuando colocamos una lente que no se corresponde con los radios de curvatura de la córnea del paciente podemos afectar el confort de varias maneras. Una lente de contacto que se encuentra muy floja se sentirá mucho más en el ojo debido a que se mueve mucho más con el constante parpadeo. Esta situación hace que después de varias horas de uso el paciente necesite sacarse la lente para darle un descanso a ese ojo incómodo.
Por el contrario, una lente de contacto muy ajustado no genera molestias por el movimiento, pero no permite un correcto pasaje de la película lagrimal entre la lente y la córnea. Se produce entonces una falta de oxígeno en las capas corneales superficiales, lo que favorece la formación de un edema que disminuye la transparencia y borronea la visión.
La selección de un material acorde al usuario supone que se realiza una buena evaluación de la relación lágrima – córnea – lente y de las exigencias de uso que presenta el paciente. Normalmente podemos lograr mejorar el confort por mucho más tiempo cambiando a algún material que permita un mejor pasaje de oxígeno, o que retenga mayor cantidad de agua.
De acuerdo a lo planteado en los párrafos anteriores, es muy importante confiar en la preparación y la idoneidad del profesional que realiza la adaptación. Muchas veces se recomienda un producto, teniendo en cuenta las pruebas y las necesidades de la persona, y se termina eligiendo otro por una cuestión de precios, que a largo plazo se termina revirtiendo.
¿Usamos mal los lentes de contacto?
La respuesta es SÍ. Es muy normal escuchar, cuando uno atiende a un paciente, que lo usa más tiempo de lo que corresponde y no pasa nada, que no lo limpia porque en un lugar le dijeron que no hacía falta.
Un mal mantenimiento también produce una intolerancia al lente de contacto. Los depósitos que se van acumulando (proteínas, depósitos de hierro, calcio) sumado a las bacterias y virus a las que estamos expuestos diariamente hacen del lente de contacto mal mantenido de un agente con altos niveles de riesgo de producir molestias, lesiones y contaminaciones a nivel ocular.
¿Qué hago si venía usando mis lentes sin problemas y ahora empecé con síntomas de inconfort?
Lo primero que uno debe realizar en caso de comenzar con molestias es interrumpir el uso de los lentes de contacto y visitar a su profesional de confianza, en este caso el contactólogo o el médico oftalmólogo.
Entre los problemas patológicos que pueden generar molestias en el uso del lente de contacto encontramos:
- Conjuntivitis
- Queratitis
- Úlceras
Todas estas patologías presentan normalmente síntomas que advierten que las cosas no están funcionando bien, como ser ojo rojo, exceso de lágrimas permanentes, lagaña, ardor, molestias con la luz fuerte.
Además nos encontramos con desórdenes sistémicos entre los que podemos nombrar:
- Diabetes
- Tiroides
- Cambios hormonales bruscos
Estos, normalmente, producen cambios de graduación (empeorando la visión) o cambios en las capas lagrimales (ensuciando mucho más las lentes, produciendo problemas de resequedad)
Conviene consultar al profesional de confianza ante la aparición de cualquier síntoma de los mencionados.
Este artículo fue realizado con fines introductorios y serán abordados con mayor profundidad los problemas mencionados en artículos posteriores.

martes, 8 de junio de 2010

El Ministerio de Salud prohibió la venta de anteojos pregraduados

La cartera sanitaria santafesina rechazó una presentación efectuada por Loveli SA, una empresa importadora que había solicitado permiso para la venta libre de suplementos visuales prohibidos por la legislación nacional y provincial.


Un intento de una empresa importadora de comercializar en nuestra provincia anteojos pregraduados y para sol fue impedido por el Ministerio de Salud santafesino, que ratificó la ilegalidad de este tipo de suplementos visuales.

El organismo dejó en claro, entre otras cosas, que ningún anteojo puede ser confeccionado sin la receta de un médico oftalmólogo y que el único profesional capacitado para elaborarlo es el técnico universitario. Por eso, el Colegio de Ópticos de la provincia de Santa Fe, primera circunscripción, celebró la decisión ministerial.

Entre sus argumentos, el Ministerio resalta que “el bien jurídico protegido por el marco normativo es la salud pública y ello requiere que el análisis se base en opiniones científicas en la materia”.

En ese sentido, el organismo provincial fundamentó su decisión en las posiciones del Consejo Argentino de Oftalmología (CAO), la Dirección General de Prevención y Atención de Afecciones y Enfermedades de los Ojos y el Colegio de Ópticos de la provincia.

El CAO consideró que sería “un despropósito meramente comercial, carente de todo valor científico y alejado totalmente de la protección de la salud visual de la población, que alguien pretenda fabricar, importar y/o comercializar anteojos pregraduados”.

También advirtió que “las normas federales, nacionales y provinciales sistemáticamente establecen que la única persona científica y legalmente calificada para examinar, diagnosticar y prescribir es el médico”, al tiempo que agregó que “la sola pretensión de fabricar, importar y/o comercializar libremente anteojos pregraduados para corregir ametropías (entre ellas, la presbicia), aduciendo que no tienen fines terapéuticos, es un desatino científico, una violación evidente de la legislación que protege la salud pública visual y, por ende, el ejercicio ilegal de la medicina”.

Antecedentes

En una presentación ante el Ministerio de Salud de la Nación, a fines de 2008, el Consejo Argentino de Oftalmología explicó que “la venta de anteojos pregraduados trae como consecuencia que los usuarios eviten la consulta médica. La consulta al oftalmólogo para examen y prescripción debe ser previa a toda provisión de lentes de cualquier tipo, ya que, en general, cada ojo no ve igual que el otro y el centro óptico varía de una persona a otra”.

Además -agregaba-, el examen es la forma de detectar conjuntivitis, queratoconjuntivitis, queratitis, astigmatismo, presbicia, miopía, hipermetropía y enfermedades que no presentan síntomas, como el glaucoma y los problemas de retina, así como otras patologías como el sida, la hipertensión arterial y la diabetes.

Por su parte, el director general de Prevención y Atención de Afecciones y Enfermedades de los Ojos, Dr. Néstor Monti, también citado en la resolución, planteó que “las lentes pregraduadas -en lo que a armazones se refiere- no contemplan la distancia interpupilar del paciente y/o los centros de cristal. Puedo asegurar que, a pesar de que un lente pregraduado -según relatan- no produce lesión ocular, puede ocasionar, en manos de no profesionales, una grave alteración de la agudeza visual de lejos, al corto o mediano plazo, y requerir lentes permanentes de altas graduaciones”.

Nota publicada en el Diario El Litoral, de la ciudad de Santa Fé el día 7/06/2010